Asomando sobre las vallas blancas que cierran la Pradera de la Cartuja encontramos una de las obras de arte más curiosas y desconocidas de Sevilla, principalmente porque parece todo menos eso, arte.
Hablamos de “En el camino. N-322, km 37”, del santanderino Jorge Yeregui, un controvertido proyecto con una carga de protesta bastante directa y fuerte que podemos ver en la avenida Américo Vespuccio.
Consistente en una valla publicitaria donde se muestra un edificio en construcción abandonado, Yeregui pretende llamar la atención sobre esa tendencia compulsiva de nuestra sociedad por hacer cosas innecesarias que luego no pueden costearse y, al final, quedan inacabadas.
Construcciones que se implantan forzosamente sobre el paisaje sin función alguna, sin sentido, sin finalidad.
Construcciones que, entre otras cosas, tienen parte de culpade que estemos inmersos en esta crisis interminable, ya que servían para que unos y otros pudieran especular y enriquecerse.
En definitiva, arte para protestar y sacudir conciencias frente a un lugar estratégico: la Gerencia de Urbanismo.
Jorge Yeregui, En el camino. N-322, km 37