Cuando el arquitecto alemán Jürgen Mayer justificaba la controvertida forma del proyecto Metropol Parasol contaba que una de sus fuentes de inspiración habían sido los frondosos árboles de la Plaza de San Pedro.
Sin embargo ocultaba el referente más claro de la inmensa estructura de madera que hoy se alza en la Plaza de la Encarnación: los hongos gigantes del Parque Nacional de Malheur, en las Blue Mountains, al este de Oregón (EEUU).
Estas inmensas setas, que seguramente conoció durante su época como diseñador de decorados para los estudios de la Paramount, reciben el nombre científico de Armillaria Ostoyae, y son consideradas el organismo vivo más grande del mundo, ya que abarca una superficie de casi 900 hectáreas (1665 campos de fútbol), llevando vivos casi 2400 años. A pesar de que se extienden bajo tierra principalmente, al salir a la superficie pueden dejar imágenes tan espectaculares como ésta, una estampa seguramente impactaría tanto al arquitecto alemán que años después sería uno de sus referencias durante el diseño del Metropol sevillano.
Jürgen Mayer, "Metropol Parasol"
0 comments:
Post a Comment